Para prosperar en la era digital, las empresas deben someterse a dos transformaciones digitales diferentes. Por un lado, deben de digitalizarse incorporando nuevas tecnologías a sus operaciones, como por ejemplo a la contabilidad. Esto es, la digitalización consiste en automatizar los procesos que constituyen la columna vertebral del negocio (la entrega de bienes y servicios, los procesos de backoffice etc.).

Por otro lado, las organizaciones han de convertirse en digitales. La transformación digital va más allá que una simple incorporación de un software o una app en la empresa. Es un proceso lento que no solo consiste en la creación de plataformas digitales que conecten clientes con socios o proveedores, sino que también, esta transformación trae consigo el fin de los métodos empresariales tradicionales y adopción de una nueva forma de pensar.

Para llevar a cabo ambas transformaciones, interna y externa, los directivos empresariales deben tener en cuenta varios aspectos:

- Diferencias de liderazgo: los líderes son los responsables de definir la estrategia digital, el éxito de la empresa viene dado en gran parte por la toma de decisiones desde arriba. Los directivos han de tomar decisiones claras y asegurar la correcta ejecución de los procesos digitales.

- Diferencias operativas, es decir, las nuevas herramientas digitales necesitan de personal cualificado en TICs y de métodos innovadores para su planificación y ejecución frente a la utilización de métodos tradicionales como las métricas y la satisfacción del cliente para medir procesos básicos que constituyen la columna vertebral de la organización.

- Diferencias culturales: pueden haber discrepancias dentro de la propia organización al ver cómo la gestión de una plataforma digital implica cambios en la manera de tomar las decisiones y realizar las tareas, aunque no cambie las funciones básicas.

Para lidiar con estos conflictos, en DLQ proponemos lo siguiente:

- Separar a los equipos que gestionen las operaciones básicas de la empresa frente a aquellos que lleven a cabo los procesos de digitalización para no perder foco en la misión, visión y valores de la empresa

- Dejar que los líderes rompan las normas tradicionales establecidas y establezcan nuevos enfoques de gestión de las relaciones con los clientes o de desarrollo de nuevos productos.

- A través de intraemprendimiento seleccionar a los mejores líderes de la organización concienciados con la transformación digital, con capacidades para liderarla.

Desde DLQ, siendo conscientes de este cambio tan necesario para nuestro tejido empresarial, en especial para nuestras pymes, trabajamos desde dentro aplicando el “Business Dynamics” el cual nos permite la deconstrucción de procesos complejos hasta reducirlos a procesos sencillos y definiremos las tareas que los componen así como los flujos que componen esas tareas. A partir de ahí empezaremos a proceder a su reconstrucción digital sistémica. Teniendo en cuenta que cada proceso interfiere en los otros, por o que hay que tratar desde la “globalidad del sistema” dentro de la cadena de generación de valor empresarial. . “Cogemos la compleja cadena de valor de una empresa, “aprovisionamientos, fabricación, venta y posventa” y la deconstruimos para volverla a construir digitalmente”. – Rafael de la Cuadra, CEO DLQ International Consulting